Esta tarde se celebraba en el Palacio Multiusos, a donde mudó hace tres años, tras el cierre del auditorio, y de nuevo más de 2.000 personas se congregaban para ver este espectáculo, organizado y patrocinado por Ibercaja, que de paso hermana las dos tierras señeras de la entidad financiera, tal y como reconocía José Luís San José Burgueño, director provincial de la entidad, pues los protagonistas eran el Grupo de Jotas Xinglar, de Zaragoza, junto al grupo de bailes regionales de las escuelas municipales de La Cotilla de Guadalajara.
El baile de los zancos, recuperado en 2010 con ocasión del 550 aniversario del otorgamiento del titulo de Ciudad a la villa de Guadalajara, por el Grupo de Danza de La Cotilla y que desde entonces se baila ante la patrona en el día de su procesión, abría el espectáculo, rememorando a aquellas danzas que durante siglos estaban destinadas para agasajar visitas reales.
Después tocaba el turno al folclore aragonés, con el grupo Xinglar ya conocido y reconocido en Guadalajara, con jotas cantadas y bailadas que eran apluadidas con ganas por el numeroso público asistente.
Y de nuevo el folclore de la tierra con jotas castellanas al ritmo de bandurrias, laúdes, dulzaina y tamboril, al compás de la música interpretada por el grupo de música, también de La Cotilla, revalorizando el género y poniendo sobre el escenario todo el alma, sobre lo aprendido y ensayado durante todo un año.
Toñi Berlinches, la profesora de este grupo de baile desde hace 26 años, explicaba el repertorio de las piezas bailadas, que representaban cada una un rincón del folclore provincial: Seguidillas y Jotas de Mondéjar, la jota de Brihuega, el paloteo de Albalate, seguidillas y jotas de Trijueque, jotas de Horche y la jota de Torija.
Al final un largo aplauso de todo el público y la expectación por la rifa de un jamón ibérico que se sorteaba con las entradas, cuyo precio de un euro, en realidad es un donativo a favor de Cáritas Guadalajara. Cerca de 2.000 euros fue lo recaudado, que no viene nada mal en estos tiempos en que la necesidad agobia a muchos colectivos, para que Cáritas pueda seguir realizando su labor en el comedor social de Guadalajara.