Me encanta la sensación que se queda en la mente al escuchar una gran frase, no tiene por qué ser una frase de un gran escritor, ni de una gran película, ni de una gran canción; es una frase de un profesor, de una abuela, de una madre, de un buen amig@; que en determinadas circunstancias te hace ver las cosas de verdad, de otra forma y hasta te acuestas pensando en lo buena que es la frase y piensas: "fíjate que sabiduría la suya y que ignorancia la mía, cuanta razón lleva". La sensación después de este momento es grata, es como una revelación, acabas de aprender.
"A menudo no nos damos cuenta del tipo de gente que nos rodea: gente que nos ayuda, nos enseña, nos tranquiliza, nos transmite y nos vuelve a enseñar si es necesario; gente que da la cara por nosotros, que lucha por un bien común; gente que tiene mucha paciencia, sobre todo mucha paciencia...
No nos damos cuenta de todo ello hasta que no estamos en un ambiente similar pero con gente distinta o hasta que no pasa el tiempo y reflexionamos sobre nuestro entorno, nuestra gente."
Una gran frase de una gran persona, amiga y artista.
Tener una vida ya es difícil de por sí y saber compaginarla aun más, y por ello, y más después del año que llevamos, tan duro pero taaan gratificante, lleno de oportunidades pero también de presiones, creo que nos merecemos una gran enhorabuena:
Enhorabuena a los que estudian, a los que trabajan, a los que doblan, a los jubilados con casa en la playa, a los que no consiguen aparcar, a los que pierden el bus, a los que bajan desde el pueblo, a los lesionados, a los lesionados en silencio, a los que se ponen las pilas en un mes, a las aragonesas, a los atareados, a los que presentan, a los polifacéticos, a los nerviosos, a los atravesados, a los que vienen sin dormir, a los que van al trabajo sin dormir, a los que llevan el traje de vacaciones para llegar a tiempo, a los que no paran de trabajar en todo el año, a los que no paran de hacer cuadros, a los jamoneros, a los de la bota, a las oliveras, a las salseras, a los que rompen las botellas, al anís la castellana por darnos más de repuesto, a los que rompen cuerdas, a los espontáneos y, por qué no, a los del Rayo Vallecano!!!
Pero también dar la enhorabuena y sobre todo las gracias, mil gracias de verdad, a todos esos viajeros sin billete, que se sienten fuera de lugar los primeros minutos y que nos son indispensables aunque no se lo crean. Gracias a los fotógrafos, a los cámaras, a las costureras de emergencia, a los vigilantes, a los atadores, a los críticos, a los que cargan y descargan, a los novios y maridos que se visten en días importantes, a los que nos traen cerveza... bueno y agua, a las porteadoras, a las que visten y peinan, a autogrill, a las madre y padres, a los novios, a las abuelas (ay las yayas!!), a l@s amig@s y a los compañeros porque sin vuestra ayuda, vuestro apoyo, vuestros consejos, vuestra paciencia, vuestra compresión, vuestros bravos y oles y vuestros ánimos todos, todos los días del año, no conseguiríamos nada. Gracias a todos los acompañantes y familiares!!!
Porque esto parece que acaba... pero no acaba nunca.
Porque la Virgen del Pilar dice... dice algo después de diez años.
Porque el paso base es la vida...
Porque La Cotilla es como el carné de identidad... siempre va contigo.
ConCuerpoDeJota
Me encanta este relato, no puedo parar de leerlo y volverlo a leer. Todos los miembros del grupo se sentirán identificados al leerlo y por eso me gusta tanto. ¡Es precioso!
ResponderEliminar¡Gracias a todos los acompañantes y familiares!
¡¡¡Enhorabuena por el blog!!!